Mezclado con todo lo que se vive en Puerto Príncipe continuamente (manifestaciones, secuestros exprés, violencia y robos a tutiplén) aparecen también, y en la misma dimensión sus contrarios. Me explico.
El sábado pasado tuvimos salida con la clínica movil (proyecto MOBIKLIN-JM). Como podéis imaginar los que me conocéis, yo poco me dedico a estas lides, pero me gusta acompañar al equipo, preparar los cafés o los bocadillos, estar en la sección de farmacia... y ayudar en lo que haga falta. En realidad a mi lo que me encanta es ver a la gente que llega, a los niños, hablar con ellos cuando puedo y sonreírles para decirles "Bienvenidos...".
Esta vez la salida se programó en una parroquia perdida de Puerto Príncipe. Tardamos casi dos horas en llegar, pero ya nos esperaban. Fuimos dos médicos generalistas, un odontólogo, dos técnicas de laboratorio, ayudantes... Y dos coches llenos de trastos y medicinas necesarias para armarlo todo. Una jornada llena. Plena de corazón y servicio al otro. De manera altruista, desinteresada, regalando tiempo... Tanto que dan esta gente que pone todos sus dones al servicio. Cuando llegas a casa "sientes" el regalo de cada minuto vivido.
El domingo una segunda versión de "da gratis lo que gratis recibiste" la viví en la parroquia con dos mujeres que con sus voces tipo "Gospel" amenizaron la misa de la mañana. Más que amenizar... "Simplemente" pintaron en otro plano la dimensión espiritual que todos llevamos dentro. En cada canción que escuchaba, me venia una escena de la jornada vivida el dia anterior.
Nunca sabremos lo que somos capaces de "crear" si no nos ponemos a tiro en todo y con todo lo que somos
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